Gravity Bike
una actividad que consiste en descender vías con pendiente a toda velocidad, en bicicleta, consiste en descender en una especie de bicicleta modificada por un puerto de montaña sin más impulso que el que proporciona la gravedad en la pendiente. El resultado es una velocidad de vértigo y mucha diversión. Por supuesto, la elección del terreno ha de ser la adecuada, se realiza en carreteras cortadas de un sólo sentido o no transitadas, sin cruces y preferiblemente, acompañados de un coche de apoyo. Además, todos los pilotos han de llevar protecciones suficientes para evitar cualquier tipo de lesión.
“Esto no es una moda como algunos piensan, siempre le he dicho a los muchachos que hay que practicarlo con responsabilidad, la idea es que nos organicemos, que nos vean más unidos y no como gamines ni muchachos que solo buscan la muerte”,
El Gravity Bike se encuentra dividido en tres categorías principales: la primera de ellas abarca las bicicletas que hemos modificados nosotros mismos a partir de una BMX estándar y pueden alcanzar hasta 100 kilómetros por hora. En segundo lugar están las de “Stock” que son más profesionales que las anteriores e incluyen algunas características propias como la distancia entre los ejes o suspensiones. Por último, están las 3/4, que permiten alcanzar hasta 150 kilómetros por hora gracias a la utilización de fibras en su construcción.
Gravitosos
En Medellín la vida se juega cuesta abajo.
El vehículo que permite la travesía, que dispensa las sensaciones, que facilita la transacción entre vida y muerte, se llama cicla, la gravitosa, Ana Sofía, la niña, la consentida.
Agallas-montaña-gravedad-camino-bicicleta-piloto, ese es el engranaje y el andamiaje necesario para el gravity, un deporte de alto riesgo que se practica en bicicletas modificadas impulsadas solo por la gravedad. Sin pedales o cadena, quienes practican esta disciplina dependen de colinas empinadas y de la fuerza de la gravedad para alcanzar velocidades impresionantes.
La cosa arrancó hace 30 años, según me cuenta el australiano Brett Phillips, practicante del deporte y dueño de GravityBike HQ, una compañía que vende las bicicletas en el mundo. Fueron los californianos en Estados Unidos, en especial en San Diego, quienes comenzaron a lanzarse por colinas empinadas en bicicletas tradicionales de BMX, las cuales modificaban, haciéndolas más bajas y largas con propósitos aerodinámicos y agregándoles peso para lograr velocidades que llegan a superar los 130 km/h.
Desde entonces, el gravity parece amañarse en cuanta montaña empinada haya por ahí: la loma del zoológico de Portland, Oregon; la colina Senthul, en Java, Indonesia; Snake Gully, en Adelaide, Australia, o el Alto de las Palmas, en Medellín, Colombia.
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